sábado, 1 de diciembre de 2007

Bebés derrotan al SIDA




Nuevo Excélsior


Sábado 1 de diciembre del 2007

Día Mundial contra el SIDA
Lilian Hernández
No sólo la población sexualmente activa está en riesgo de contraer el VIH: una mujer embarazada puede trasmitirlo al producto; hoy, Día Mundial del Sida, se sabe que hay 99% de posibilidades de que el niño nazca sano
La cigüeña llegó sin avisar. Tania lo deseaba, pero el médico ya le había advertido que, en su situación, un embarazo sería una irresponsabilidad. ¿Cómo iba a tener un hijo si es portadora del VIH?
Hace siete años se lo diagnosticaron y, por indicaciones médicas, tenía pr ohibido pensar en volver a ser mamá. Cuando el doctor se enteró del embarazo, la regañó por el descuido.
“Me dijo que era una aberración y lo más conveniente era el legrado. Yo quería tenerlo, pero también tenía la idea errónea de que el bebé se infectaría”, revela la mujer que hace año y medio dio vida a la pequeña Sofía.
Acudió al Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida (Censida), donde le dijeron que con tratamientos retrovirales su bebé tenía 99.9% de salir completamente sano.
Además de recibir información, le dieron una carta dirigida al IMSS para evitar el legrado. Fue así como logró ser canalizada al Hospital de Infectología del Centro Médico La Raza para recibir tratamiento en el embarazo.
Hoy Sofía tiene 18 meses y es una niña sana. Nació por cesárea, pesó tres kilos 250 gramos y midió 52 centímetros. Desde ese momento, Tania supo que su pequeña salió bien. “El doctor me dijo que cuando son contagiados nacen con bajo peso y talla reducida, pero mi bebita se veía sana”, cuenta.
“Fue una satisfacción muy grande y ahora ver que ya camina, empieza a hablar y hace muchas cosas, me llena de orgullo haber luchado por tenerla”, pese a los prejuicios a los que se enfrentó.
Pero la batalla no fue fácil. Además de pelear contra lo que le decía la gente, recibió un tratamiento oral durante los últimos seis meses de gestación.
Al principio lo dudó, pensaba que los medicamentos podrían causar malformaciones al producto, además de que no evitaría el contagio. Pero en Censida le explicaron que en los tres primeros meses no se dan retrovirales, porque es la etapa de la formación del bebé y es cuando habría riesgo de un daño físico o neurológico.
Después del parto, a Sofía le hicieron las pruebas correspondientes para detectar células del virus. Tania sabía que el primer resultado podría ser positivo porque el bebé tiene una huella inmunológica de la madre.

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