miércoles, 5 de diciembre de 2007

Reprueba México examen de la OCDE sobre rendimiento escolar

La Jornada
Miércoles 5 de diciembre del 2007



Blanca Heredia Rubio, representante de la OCDE en México; Josefina Vázquez Mota, titular de la SEP, y Felipe Martínez Rizo, director del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, durante la presentación de resultados de PISA 2006 Foto: Yazmín Ortega Cortés


Uno de cada dos alumnos, incapaz para “resolver problemas elementales”, según el PISA 2006
Chiapas, Guerrero y Tabasco, entre las entidades de peor desempeño; DF y NL, de las mejores
Se reciben los resultados sin autocomplacencias, dice la titular de la SEP al organismo mundial


Karina Avilés

En México, 50 por ciento de los jóvenes de 15 años se ubicó en los niveles cero y uno, los más bajos del rendimiento escolar en las habilidades científicas, matemáticas y de lectura, lo que significa que están poco calificados para pasar a los estudios superiores y resolver problemas elementales.
En contraste, ni siquiera uno por ciento logró colocarse en el máximo nivel de las tres competencias evaluadas en el Programa Internacional para la Evaluación de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) 2006 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Además, el país cayó 12 puntos en lectura y ciencias, y sólo aumentó 19 en matemáticas, si se comparan los resultados con los obtenidos en 2000. Así, México se distingue una vez más por ocupar el último lugar no sólo en ciencias –como se adelantó la semana pasada–, sino también en las competencias lectoras y de matemáticas de las 30 naciones integrantes de la OCDE.
El organismo internacional dio a conocer ayer estos resultados en su sede de México, donde señaló que el hecho de que uno de cada dos estudiantes se encuentre en los niveles cero y uno es uno de los grandes desafíos para la nación, el cual sólo se compara con el que enfrenta Turquía.
Por encima de Argentina y Brasil
Esto último, a escala de los 30 países de la OCDE, pero si se toman en cuenta las 57 naciones donde se aplicó la prueba, México también se encuentra a la zaga, y sólo está por encima de países como Argentina, Brasil, Colombia, Azerbaiyán, Qatar y Kirguistán. En el ámbito latinoamericano, Chile y Uruguay superan a México.
En respuesta, la titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Josefina Vázquez Mota, quien asistió a la presentación del informe, señaló que se reciben estos resultados sin “autocomplacencias” y con un espíritu de toma de decisiones sustantivas. Al respecto, Blanca Heredia, directora de la OCDE en el país, resaltó la importancia de reconocer las evaluaciones por parte de los diferentes actores de la comunidad educativa, pues tener la actitud de “avestruz, clavar la cabeza en la tierra, no es la mejor manera de avanzar”.
En ciencias –competencia en la que se colocó el énfasis en esta edición de PISA–, la media de desempeño de México fue de 410 puntos, al igual que en lectura, por lo que en ambas se ubicó en el nivel 2 –el mínimo necesario para que un escolar pueda seguir estudiando en grados superiores–, mientras que en matemáticas la media fue de 406 puntos, que coloca al país en el nivel uno, es decir, de insuficiente.
Así, en ciencias, 51 por ciento de los alumnos se situó en los niveles cero y uno, mientras que sólo 0.3 por ciento llegó al nivel cinco, y nadie de ellos al seis, que son los de mejor desempeño.
Respecto a la competencia de lectura, 47 por ciento de los escolares mexicanos estuvieron en los niveles más bajos y apenas 6 por ciento se colocó entre los niveles cuatro y cinco, contra 29 por ciento del promedio de la OCDE en las mejores escalas; en matemáticas, 56 por ciento se quedó entre el cero y el uno, sólo 0.8 por ciento en el cinco y 0.1 por ciento en el seis.
Estas concentraciones en las escalas más bajas marcan una gran distancia de México con el promedio de las naciones que integran la OCDE. Por ejemplo, en matemáticas, México tiene 20.7 por ciento más de alumnos en el nivel cero que el promedio de la organización. En el listado, los países con los desempeños más altos fueron Finlandia, Hong Kong, Taipei, Canadá y Corea.

Y los estados…
Una de las novedades del informe corresponde a los datos relativos a los estados, donde se destaca que en algunas de las entidades que tienen los peores niveles de desempeño, hasta 70 por ciento de los alumnos se encuentra en los niveles cero y uno que, como se dijo antes, no alcanzan ni lo mínimo indispensable para acceder a la sociedad del conocimiento. Los estados con los resultados más bajos fueron 12: Chiapas, Tabasco, Oaxaca, Guerrero, Campeche, Puebla, Michoacán, Nayarit, Hidalgo, Sinaloa, Quintana Roo y Guanajuato.
En matemáticas, dichas entidades tienen en común que el mayor porcentaje de sus alumnos está en el nivel cero. Chiapas, con 48 por ciento de sus estudiantes; Oaxaca, con 45 y Guerrero con 44.
En contraste, las entidades que tienen los logros más altos en las tres competencias evaluadas son Nuevo León, Aguascalientes, Coahuila y Colima, así como el Distrito Federal. En ciencias, los que tienen la menor proporción de estudiantes en el nivel cero son la capital del país y Aguascalientes, con 8 por ciento cada uno. En el otro polo de la escala, la ciudad de México tiene 7 por ciento de sus alumnos en los niveles 4 a 6, mientras que para Aguascalientes el pocentaje es de 6.
En lectura y matemáticas, Nuevo León, Distrito Federal y Aguascalientes destacan de definir los estándares a partir de los cuales se evaluará a la comunidad educativa.

Hicieron la prueba más de 37 mil
La evaluación se aplicó a 37 mil 706 jóvenes de 15 años de escuelas públicas y privadas, independientemente de su grado académico, aunque 77.8 por ciento tiene el nivel de bachillerato.
La OCDE emitió a su vez un informe con 12 recomendaciones, entre las que sobresale la urgencia de definir los estándares a partir de los cuales se evaluará a la comunidad educativa.

Anuncia la SEP once acciones para revertir “pobres” resultados en prueba de la OCDE

La Jornada
Miércoles 5 de diciembre del 2007
Reforma de planes y programas y uso de nuevas tecnologías, principales metas en el sector
Laura Poy Solano

Miguel Székely y Fernando González Sánchez, subsecretarios de Educación Media Superior y de Educación Básica, respectivamente, en conferencia sobre los resultados de PISA 2006 Foto: Carlos Ramos
Ante los “pobres” resultados que obtuvo México en el desempeño académico de los jóvenes de 15 años, los cuales fueron revelados por la prueba PISA 2006 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Secretaría de Educación Pública (SEP) anunció 11 acciones prioritarias, que contemplan como eje central la “reinvención” del pacto de federalización de la enseñanza.
La propuesta fue avalada por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), encabezado por Elba Es- ther Gordillo Morales, en su cuarto Congreso Nacional, realizado este año.
En conferencia de prensa para dar a conocer las medidas que permitan aplicar las recomendaciones de la OCDE para contrarrestar los bajos puntajes en materias como matemáticas, ciencias y lectura, el subsecretario de Educación Básica, Fernando González Sánchez, señaló que una tarea prioritaria es la “reinstitucionalización” del pacto, pues aseguró que la transformación del sistema “pasa por la revisión del federalismo educativo, tarea en la que se deberá trabajar por lo menos dos años, si actuamos con celeridad”.
Sin embargo, destacó que más que obstáculos para acceder a una reforma de fondo en la enseñanza, existen condiciones que se deben cumplir, por lo que llamó a una revisión central del pacto de federalización educativa y a alcanzar los acuerdos políticos y laborales necesarios, pues su reorganización es la “mejor estrategia para alcanzar mayores niveles de calidad en la enseñanza”. Cabe señalar que dicha propuesta fue presentada por el SNTE en su cuarto Congreso Nacional realizado este año.
El también yerno de Gordillo Morales insistió en que las principales metas en educación básica son el impulso a una reforma de planes y programas que fortalezcan la autonomía académica y escolar, la aplicación de una política transversal en el uso de las nuevas tecnologías de la información, la creación de un sistema nacional de actualización y profesionalización docente vínculado al Sistema Nacional de Evaluación, así como reforzamiento de la infraestructura en telesecundarias y enseñanza indígena.
Respecto al fortalecimiento del bachillerato, Miguel Székely, subsecretario de Educación Media Superior, destacó seis acciones: designación por concurso de oposición de directivos de los planteles de bachillerato, evaluación de la gestión escolar, programas de formación docente, reforma integral a la educación media superior, aplicación de la prueba Enlace en bachillerato a partir de abril de 2008 y la creación de un programa nacional de tutorías.
Metas y políticas públicas
En lo que respecta a las metas de aprovechamiento académico, Jorge Santibáñez, titular de la Unidad de Planeación de la SEP, aseguró que la meta para 2012 en la prueba PISA es pasar de 408 a 435 puntos promedio en español y matemáticas”.
Afirmó que al pasar de 392 puntos promedio en español y matemáticas –en los resultados de la prueba del PISA 2003– a 408 en la de 2006, “hubo un incremento promedio de 16 puntos en sólo una edición, por eso la meta es crecer 13 puntos para 2009 y, de 13 a 14 para la de 2012”.
No obstante, subrayó que no se trata de una meta inercial, sino de reflejar los resultados de la aplicación de políticas públicas que “van en el sentido de las recomendaciones de PISA, tanto por la aplicación de nuevas tecnologías de la información y la comunicación, como por los contenidos curriculares, que ya estarán trabajando con la óptica de una reforma educativa”.

PISA, SEP, SNTE

Nuevo Excélsior
Miércoles 5 de diciembre del 2007

Carlos Ornelas

Ya escucho las excusas de quienes se oponen a la evaluación: es la pobreza, el poco financiamiento, los bajos salarios de los docentes.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, la OCDE, dio a conocer ayer los resultados de la prueba del Programa Internacional para Evaluar a los Estudiantes (PISA, por sus iniciales en inglés). Como en los exámenes de 2000 y 2003, los estudiantes mexicanos acreditan por debajo de los de otras latitudes. Aunque no había motivos para ser optimistas y esperar algo mejor, ese desempeño suscita enojo y desaliento. Y no es para menos.
Mi compañera Cecilia García ha informado en Excélsior, desde hace una semana, acerca de PISA, las expectativas de funcionarios, padres de familia e investigadores. En su nota de ayer proporciona los datos relevantes para México, esos que revientan las entrañas y provocan tristeza. Supongo que habrá detractores de esas pruebas, que saldrán voces a defender nuestra idiosincrasia, a señalar que no debemos compararnos con países del Primer Mundo, que necesitamos una norma mexicana de calidad educativa (SNTE díxit), con el fin de evitar esos cotejos aberrantes. Por esa razón, hoy resalto puntos en favor de los exámenes.
El PISA no evalúa la capacidad de retención, sino las habilidades de los estudiantes de 15 años en su lengua nativa, matemáticas y ciencias. Cada prueba pone el acento en uno de esos temas, pero valora los tres; en 2006, el énfasis estuvo en la alfabetización científica. El PISA 2006 desarrolla las preguntas alrededor de cuatro aspectos: el contexto de cada actividad; las competencias que los estudiantes aplican para resolver un problema; el dominio de conocimiento que se requiere, y sus actitudes acerca de la ciencia. Las preguntas no demandan conocimientos extraordinarios o dominio de la física cuántica; se les plantean asuntos de la vida cotidiana con respecto a salud, recursos naturales, calidad del medio ambiente y cuestiones de ciencia y tecnología comunes. Las encuestas (también en lenguaje y matemáticas) se trazan en tres contextos distintos: el personal (el estudiante en sí, su familia y los compañeros de un mismo grupo), social (comunidad y nación) y global.
El PISA define siete niveles de competencia científica, el más alto representa respuestas acertadas a las cuestiones más difíciles y, el nivel uno, las tareas más sencillas. Los estudiantes con el desempeño más elevado pueden identificar distintas fuentes de información y ofrecer explicaciones con base en pruebas y justificar sus decisiones. En cambio, quienes califican para el nivel uno, con frecuencia se confunden, no usan la información científica correctamente y mezclan creencias personales con hechos científicos, para justificar su respuesta. El 51% de nuestros estudiantes están en el nivel uno, o más abajo.

México, el peor país de la OCDE en ciencias

Milenio Diario

5 de diciembre del 2007

Estudiantes mexicanos, “futuros obreros” por su bajo nivel de habilidades. 51 por ciento apenas alcanza el primer nivel de competencia, concluye reporte.

Una profesora entrega reglas a niños de primaria en Vaasa, Finlandia. Foto: Olivier Morin/AFP

Pese a que México mejoró en algunos indicadores de la prueba PISA 2006 con respecto a las dos ediciones anteriores, en el área de ciencias 50.8 por ciento de los estudiantes de 15 años tienen competencias notoriamente insuficientes o insuficientes, lo que les impediría continuar con los estudios de bachillerato y universitarios. Esto significa que serán los futuros obreros, pues su nivel de habilidades sólo les permitiría desarrollar labores “mecánicas asociadas a la fuerza física”, concluyó Blanca Heredia, directora de la OCDE en nuestro país.México ocupa el último lugar de los 30 países miembros de de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos que participaron en el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), y la posición 48 en el ranking que incluye también a 27 países asociados al organismo internacional, es decir 57 naciones en total.Nuestro país obtuvo 410 puntos en ciencias, apenas siete puntos más que Indonesia, ocho más que Argentina y nueve más que Brasil. Le separan 153 puntos de la posición uno, ocupada por Finlandia, que alcanzó 563 puntos, seguida por Hong Kong-China con 452 y Canadá con 534 puntos.Este año, la prueba PISA privilegió conocer sobre las habilidades de ciencias mediante 59 reactivos, en tanto que de matemáticas y lectura se incluyeron menos preguntas (26 y 15, respectivamente) que en las ediciones 2000 y 2003 del examen.

El Atlantis comenzará un nuevo capítulo en la historia espacial


La Jornada


Washington, 4 de diciembre. Está a punto de comenzar un nuevo capítulo en la historia de los vuelos espaciales internacionales.
Tras años de espera, el transbordador estadunidense Atlantis está listo para partir el jueves desde Cabo Cañaveral (Florida) y llevar el laboratorio Columbus, de la Agencia Espacial Europea (ESA), a la Estación Espacial Internacional (EEI).
La misión realmente marca un hito en la historia europea de viajes espaciales tripulados, comentó el alemán Hans Schlegel, de 56 años, quien irá a bordo de la nave junto al astronauta francés Leopold Eyharts.
“Esto hará historia”, afirmó Eyharts, quien comenzará con los experimentos una vez que sus compañeros de tripulación regresen a la Tierra.
“En la actualidad, Europa está haciendo cosas que nunca se habían realizado. Éste es realmente el primer paso hacia las operaciones permanentes en el espacio”, comentó el especialista francés.
Estaba previsto que el laboratorio de la ESA, construido principalmente por EADS-Astrium en Bremen (Alemania), comenzara sus actividades en 2004, pero al desintegrarse el transbordador espacial Columbia; en febrero de 2003, al reingresar en la atmósfera de la Tierra, todos los vuelos de transbordadores fueron suspendidos. En dicho accidente perdieron la vida todos los astronautas a bordo.
Ése fue el comienzo de una etapa difícil, afirmó un ingeniero de Bremen que trabajó en el proyecto del laboratorio espacial Columbus. Había opiniones escépticas que querían anular el proyecto, lo que hubiera implicado la pérdida de lo invertido hasta ese momento, de un valor de 880 millones de euros.
Hasta el momento han sido los estadunidenses quienes han llevado la voz cantante en lo que a la EEI se refiere. La estación está en órbita a 400 kilómetros de la Tierra.
Pero esto cambiará una vez que llegue el módulo Columbus, de 13 toneladas, considerado por los especialistas un tesoro de la ciencia.
Posee siete compartimentos de carga fijos que pueden ser utilizados para varios tipos de investigación, desde el estudio de organismos de una única célula y de invertebrados hasta la física básica de los fluidos.
“Únicamente hay una cuestión esencial que es igual para todos los experimentos. ¿Qué sucede sin gravedad?”, comentó el ingenierio jefe del Columbus, Rüdiger Kledzik, de Bremen.
Una serie de experimentos han observado el deterioro de los huesos y los músculos al encontrarse en un índice de gravedad cero. En la ausencia de gravedad en el espacio, los seres humanos pierden mensualmente 10 por ciento de su masa muscular, según afirmó un especialista.
Los investigadores a bordo del Columbus persiguen dos objetivos: saber cómo combatir de manera efectiva enfermedades como la osteoporosis y adquirir conocimientos con la finalidad de poder realizar en el futuro vuelos de varios meses de duración.
Por ejemplo, un vuelo de ida y vuelta a Marte llevaría alrededor de dos años, con lo cual debe hallarse una solución al problema muscular y óseo antes de que una misión de esta envergadura tenga lugar.
Pero primero, Columbus debe llegar a la EEI, y Schlegel, físico y ex paracaidista militar, es responsable de esta tarea.
Durante los 11 días que dure la misión, Schlegel deberá realizar dos salidas al espacio junto a un colega estadunidense.
Maniobras de instalación
En la primera salida, un robot gigante levantará a Columbus de la rampa de carga del transbordador. Schlegel y el astronauta estadunidense Rex Walheim prepararán el traslado del laboratorio.
Además remplazarán un tanque de nitrógeno que es utilizado para presurizar el sistema de refrigeración que se encuentra en el exterior de la EEI.
“Estas tareas en el exterior tendrán una duración de seis horas y media”, según informó la NASA. Lo más difícil es mantener la concentración al máximo nivel posible durante las tareas, comentó Schlegel.
El astronauta alemán regresará a la Tierra con el Atlantis tras instalar el Columbus en la EEI, mientras que Eyharts, que será el primero en ingresar en el módulo Columbus, permanecerá en la estación por un periodo de dos a tres meses.

Preocupa postura de países ricos sobre emisión de contaminantes

La Jornada
Dpa
Nusa Dua, Indonesia, 4 de diciembre. Tras el primer día de trabajos de la Conferencia Internacional sobre Cambio Climático de la ONU, en la isla indonesia de Bali, grupos ecologistas expresaron su preocupación sobre el compromiso de importantes países industrializados.
La delegación japonesa no mencionó en su primer discurso ni una sola palabra sobre la necesidad de fijar metas para la reducción pareja de emisiones para todas las naciones, afirmó Kyoko Kawasaka, del grupo ecologista Red Kiko en Nusa Dua.
Steven Guilbeault, miembro del grupo canadiense Equiterre, criticó a Canadá, integrante del G-8, que tampoco aboga en Bali por límites de emisión iguales para todos los países.
“Si los países industrializados no asumen aquí un papel de liderazgo, ¿entonces quién?”, preguntó Kawasaka.
Con la conferencia, los ministros de Medio Ambiente de más de 180 países quieren negociar un nuevo tratado que suceda al Protocolo de Kyoto, vigente hasta 2012, con el objetivo final de combatir el cambio climático.
Se espera que el nuevo tratado sea firmado en 2009. En la conferencia participan más de 10 mil asistentes.
Los ecologistas esperan que en Bali se formulen propuestas concretas.
Temor sobre crecimiento
Los países en desarrollo y emergentes están en contra de límites de emisiones iguales para todos, porque temen que obstaculicen su desarrollo económico. Estados Unidos, el único país industrializado que no firmó el Protocolo de Kyoto y que rechaza metas de reducción iguales para todos, propone que los objetivos de reducción sean voluntarios.
La Unión Europea quiere fijar la meta para reducir en 50 por ciento antes de 2050 los gases que causan efecto invernadero.

Bali: descontar el peligro

La Jornada
miércoles 5 de diciembre del 2007

Alejandro Nadal

Esta semana comenzó en Bali la reunión de las partes del Protocolo de Kyoto para discutir el futuro del régimen sobre cambio climático. De esta conferencia no saldrá un nuevo tratado, pero sí tendría que ir sentando las bases para un sistema que permita enfrentar la amenaza del calentamiento global.
No va a ser fácil ponerse de acuerdo. La asimetría entre países pobres y ricos es intensa y constituye un gran obstáculo. El segundo valladar es la responsabilidad histórica diferenciada. Así, las naciones pobres sufrirán más el impacto del calentamiento global, aunque las ricas son las que generaron el problema.
Estrechamente ligada a estos problemas está la pregunta de qué hacer con las generaciones futuras. Aunque la respuesta debe situarse en el ámbito de la ética, el debate de Bali se desarrolla en el plano de la economía. La realidad es que las inversiones que se hagan en los próximos 10 o 20 años tendrán un efecto profundo sobre el clima de la segunda mitad de este siglo y sobre todo del XXII. ¿Debemos invertir recursos para prevenir daños catastróficos sobre esas generaciones o dejar que quienes todavía no nacen se encarguen de sus propios problemas?