martes, 11 de marzo de 2008

Prueba de ADN puede revelar genes que causan cáncer

El Imparcial
Martes 11 de marzo del 2008
MASSACHUSETTS(SUN)

Joyce Hansen se encontró de pronto en medio en una gran incertidumbre conocida muy bien por muchos enfermos de cáncer. ¿Debía recibir quimioterapia o no? Ésta le prometía un pronóstico ligeramente mejor para el cáncer de mama, pero la lista de los posibles efectos secundarios la aterrorizaron: náusea, vómito y agotamiento y probablemente daño permanente a algún órgano. Por otro lado, ¿cómo podía atreverse a renunciar a algo que podía salvarle la vida?Hasta hace apenas unos años, Hansen habría tenido que tomar una decisión basada sólo en lo que los doctores veían bajo el microscopio y con una operación. Hoy en día, ella y su doctor pudieron pensar también en el ADN. Algunos pacientes con cáncer como Hansen se están beneficiando de lo que se considera una de las principales recompensas de la investigación del genoma humano: la capacidad de identificar los genes que provocaron el tumor y adoptar el tomar el tratamiento. Este método está en sus primeras etapas -la prueba realizada a Hansen ofreció apenas un sentido aproximado de los beneficios que podía ofrecerle la quimioterapia-, pero ya se están introduciendo análisis genéticos de tumores para pacientes con cáncer de pulmón, y se están desarrollando pruebas para cáncer de próstata, riñón, colon, leucemia crónica y más. Y “esto es sólo un avance de lo que está por venir”, señaló el doctor Eric P. Winer, director del Centro Oncológico del Instituto del Cáncer Dana-Farber. Mientras las investigaciones avanzan, los científicos tienen como objetivo poder tomar la “huella genética” de cualquier tumor, identificar qué mutaciones genéticas lo provocaron y ayudar a los médicos a elegir las mejores armas para combatirlo, indicó Eric Lander, director del Instituto Broad, centro neurológico de Cambridge afiliado al MIT y a la Universidad de Harvard. Los investigadores están revelando los patrones genéticos, dijo, pero los médicos también necesitan medicamentos para atacar los tumores que tienen esos patrones y es posible que su desarrollo requiera de varios años. Las pruebas que detectan el cáncer son sólo el principio, enfatizó Lander: detrás de ellas existe “una serie de asignaturas genómicas que están siendo desarrolladas por muchos investigadores”. Con la idea de utilizar las investigaciones al tiempo que van surgiendo, el instituto Dana-Farber inauguró un Centro de Patología Molecular aplicada a la Oncología, y el hospital Massachusetts General planea abrir un laboratorio de patología dedicado al análisis de tumores a nivel molecular. Con respecto al cáncer de mama, más de 46 mil pacientes a nivel nacional se han hecho la prueba realizada a Hansen. El examen, llamado Oncotipo DX y cuyo valor es de 3 mil 500 dólares, es recomendado sólo para mujeres que tienen cáncer de mama invasivo en estado 1 y que responde al estrógeno. Cerca de 30% de las pacientes aptas para hacerse la prueba Oncotipo DX optan por realizarla, según Genomic Health, la compañía con sede en California que la aplica. La prueba ofrece a las pacientes una “puntuación de recurrencia” de entre 0 y 100 puntos. Si el resultado da más de 30 es considerado de alto riesgo, lo que significa que existe una mayor probabilidad de que el tumor recurra y de que la paciente se beneficie de la quimioterapia. La puntuación de Hansen no fue alta y el resto de su historial clínico contraindicaba la quimioterapia. La prueba “me tranquilizó y me ayudó a decir: ‘no, no recibiré quimioterapia’”, mencionó Hansen, ex maestra de 65 años, quien está decidida a no cuestionar su decisión. “El tiempo, por supuesto, me dirá si tomé la decisión correcta”, señaló. (Traducción: Gabriela Cornejo).

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