El Imparcial
domingo 2 de diciembre del 2007
BARCELONA, España(EFE)
Pijamas capaces de detectar la temperatura de un niño y de avisar en caso de fiebre, y ropa con placas solares integradas son algunos ejemplos de las innovaciones que se están llevando a cabo en España en el novedoso ámbito del llamado textil inteligente.El sector textil vive una profunda reconversión que ha llevado a muchas empresas a aprovechar su conocimiento y experiencia y ponerlo al servicio de la tecnología, dando lugar a productos con nuevas funcionalidades, aplicables en campos tan diversos como la medicina, la industria, la automoción, la seguridad o el hogar.En la región española de Cataluña, el textil era hasta hace poco motor de la industria, pero las crecientes importaciones de los países asiáticos han hecho abrir nuevos caminos.En este nuevo escenario juegan un papel primordial los centros tecnológicos, que trabajan codo a codo con las compañías para intentar desarrollar productos innovadores y competitivos que hagan posible recuperar la posición de liderazgo que la región ocupó antaño en el tradicional sector textil."Queremos ser un referente tanto en España como en Europa", dijo a Efe Baldomer Aymà, representante de uno de estos centros tecnológico especializado en tejidos inteligentes, en el que se combina el textil tradicional con la electrónica.Uno de los proyectos más originales en los que está trabajando esta compañía es el desarrollo de un pijama para niños con sensores capaces de detectar la temperatura corporal y de avisar a los padres en caso de fiebre a través de un mensaje de texto de móvil."A más largo plazo", este centro tecnológico también espera comercializar prendas de ropa con placas fotovoltaicas integradas, "que se puedan lavar y planchar" que permitan captar energía y "almacenarla en una pila" y, a su vez, también se tendría que "textilizar".Cintas elásticas, utilizadas en el ámbito sanitario, capaces de transmitir calor "de forma controlada" o asientos de coche realizados con tela "calefactable" son otros de los proyectos punteros.Según Aymà, las aplicaciones de estos materiales, en los que convergen por igual tecnología y textil, son "realmente infinitas" para su explotación.Sin embargo, a su juicio, el principal problema es que en España no se apuesta lo suficiente en investigación, ni existen empresas atrevidas que opten por adentrarse en el campo de la innovación, un ámbito que, como todo, tiene sus riesgos, pero también puede reportar grandes beneficios."Nosotros hacemos investigación, pero buscamos empresas valientes que tengan ideas nuevas y que apuesten por innovar en los productos y, a través de nuestros investigadores, desarrollar prototipos y tejidos innovadores", destacó.
Pijamas capaces de detectar la temperatura de un niño y de avisar en caso de fiebre, y ropa con placas solares integradas son algunos ejemplos de las innovaciones que se están llevando a cabo en España en el novedoso ámbito del llamado textil inteligente.El sector textil vive una profunda reconversión que ha llevado a muchas empresas a aprovechar su conocimiento y experiencia y ponerlo al servicio de la tecnología, dando lugar a productos con nuevas funcionalidades, aplicables en campos tan diversos como la medicina, la industria, la automoción, la seguridad o el hogar.En la región española de Cataluña, el textil era hasta hace poco motor de la industria, pero las crecientes importaciones de los países asiáticos han hecho abrir nuevos caminos.En este nuevo escenario juegan un papel primordial los centros tecnológicos, que trabajan codo a codo con las compañías para intentar desarrollar productos innovadores y competitivos que hagan posible recuperar la posición de liderazgo que la región ocupó antaño en el tradicional sector textil."Queremos ser un referente tanto en España como en Europa", dijo a Efe Baldomer Aymà, representante de uno de estos centros tecnológico especializado en tejidos inteligentes, en el que se combina el textil tradicional con la electrónica.Uno de los proyectos más originales en los que está trabajando esta compañía es el desarrollo de un pijama para niños con sensores capaces de detectar la temperatura corporal y de avisar a los padres en caso de fiebre a través de un mensaje de texto de móvil."A más largo plazo", este centro tecnológico también espera comercializar prendas de ropa con placas fotovoltaicas integradas, "que se puedan lavar y planchar" que permitan captar energía y "almacenarla en una pila" y, a su vez, también se tendría que "textilizar".Cintas elásticas, utilizadas en el ámbito sanitario, capaces de transmitir calor "de forma controlada" o asientos de coche realizados con tela "calefactable" son otros de los proyectos punteros.Según Aymà, las aplicaciones de estos materiales, en los que convergen por igual tecnología y textil, son "realmente infinitas" para su explotación.Sin embargo, a su juicio, el principal problema es que en España no se apuesta lo suficiente en investigación, ni existen empresas atrevidas que opten por adentrarse en el campo de la innovación, un ámbito que, como todo, tiene sus riesgos, pero también puede reportar grandes beneficios."Nosotros hacemos investigación, pero buscamos empresas valientes que tengan ideas nuevas y que apuesten por innovar en los productos y, a través de nuestros investigadores, desarrollar prototipos y tejidos innovadores", destacó.
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